Entre otras cosas, este libro enseña de manera práctica y radical lo siguiente: Nuestra conducta sexual revela quién, o qué, gobierna nuestra vida; Dios nos ordena que seamos puros y prohíbe la impureza; la pureza siempre es inteligente y la impureza es insensata; la relación sexual es muy poderosa, pues es capaz de hacer un bien inmenso o un daño también inmenso; es bueno proteger la virginidad, así que guardarse para el matrimonio no solo glorifica a Dios, sino que trae felicidad. Si sembramos pureza hoy, recogeremos una rica cosecha. Entonces, por la gracia de Dios, al contemplar lo que ha sido nuestra vida, no lo haremos con lamentaciones, sino con un profundo sentimiento de gratitud.