Cada día es una lucha. Enfrentas la presión de tus amigos, de la tentación sexual. de las malas costumbres y de los miedos, de la soledad... cualquier cantidad de cosas que te impiden ser lo que quieres ser. Y cada día le prometes a Dios que serás mejor, solo que no lo cumples. ¿Estás preparado para un cambio? ¿Un verdadero cambio? ¿Un cambio permanente?.